La Guía de Práctica Clínica Diagnóstico y manejo del retinoblastoma pone a disposición del personal de salud del primero, segundo y tercer niveles de atención, las recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible para estandarizar las acciones que permitan identificar cuáles son los riesgos para desarrollar retinoblastoma en la población infantil, cuándo debe sospecharse de retinoblastoma, cuáles son lo signos clínicos que apoyan el diagnóstico, qué auxiliares diagnósticos son útiles para apoyar el diagnóstico clínico, con qué otras entidades se debe establecer el diagnóstico diferencial, cuáles son los criterios que determinan enfermedad localizada o diseminada, en qué casos debe sospecharse de metástasis, cuándo está indicado cada tratamiento, cuáles son los criterios para decidir manejo conservador, cuáles es el mejor esquema de tratamiento médico oncológico actual, en que consiste el tratamiento adyuvante y cuando utilizarlo, cuál es el tratamiento en los casos positivos a metástasis, cómo se establece el pronóstico, y en que consiste el seguimiento oftalmológico y oncológico que deben tener los pacientes que sobreviven al retinoblastoma.
