Entre las enfermedades que surgieron en el siglo XXI, zika está planteando una de las preocupaciones más importantes para la salud pública.
Zika, una enfermedad emergente
La infección por el virus del Zika (ZIKV) se ha presentado en partes de África y en el sudeste asiático, y se está estableciendo en América y el Caribe desde su detección en Brasil en 2015.
La infección por ZIKV generalmente se asocia con una enfermedad asintomática o leve, conocida como enfermedad ZIKV, caracterizada por una erupción generalmente pruriginosa y maculopapular, con dos o más signos o síntomas (fiebre, conjuntivitis no purulenta/hiperémica, artralgia, mialgia, periarticular, edema).
Zika es una enfermedad considerada emergente. La infección se puede adquirir a través de diferentes vías: picadura del mosquito Aedes aegypti, contacto sexual, de madre a hijo durante el embarazo y mediante transfusión de sangre.
Se ha considerado la posibilidad de transmisión del virus del Zika a través de la lactancia humana.
Zika es una enfermedad de gran preocupación para la salud pública porque se ha asociado con microcefalia neonatal y postnatal, entre otros defectos de nacimiento.
Sospecha de zika y lactancia
Se realizó una búsqueda en bases de datos electrónicas: Registro Central Cochrane de Ensayos Controlados, EBSCO, Gale, Science Direct, Scopus, Biblioteca Nacional de Medicina de EU (PubMed) y Web of Science. Páginas web de la Organización Mundial de la Salud y Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Se buscaron estudios sobre mujeres con sospecha, probabilidad o confirmación de zika durante el embarazo o el período postnatal y más allá.
Estudios sobre bebés que amamantan directamente del pecho o donde fueron alimentados con la leche materna extraída de las mujeres con zika sospechosas, probables o confirmadas.
A través del momento de la infección materna por zika, cinco casos se clasificaron como prenatales (tiempo antes del parto), uno como postnatal inmediato (período de 0 a 4 días después del nacimiento); ningún caso se clasificó como mediano postnatal (período de 5 días a 8 semanas después del nacimiento); dos se clasificaron como posnatales largos (período de 8 semanas a 6 meses después del nacimiento) y dos como 6 meses después del nacimiento.
Beneficios de la lactancia ante el zika
La leche humana se puede considerar como un fluido potencialmente infeccioso, pero no se encontraron estudios documentados actualmente sobre las complicaciones a largo plazo en lactantes de hasta 32 meses de edad, con zika sospechoso, probable o confirmado a través de la lactancia humana, o evidencia con respecto a la fisiopatología humana de la infección adquirida a través de la lactancia humana.
A la luz de los estudios revisados, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (junio de 2016) sigue siendo válida: "los beneficios de la lactancia materna para el bebé y la madre superan cualquier riesgo potencial de transmisión del virus del Zika a través de la leche materna".
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