Líquido sinovial extraíble en artritis inflamatoria y no inflamatoria de rodilla

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La artritis de la rodilla a menudo se complica por los derrames articulares que se aspiran para excluir una infección, además permiten clasificar el líquido sinovial, proporcionan un diagnóstico y descomprimen terapéuticamente la articulación.

Utilidad de la compresión mecánica de la rodilla

Algunos estudios han demostrado recientemente que la compresión mecánica de la rodilla mejoró el éxito y el rendimiento de la artrocentesis más allá de la artrocentesis convencional al movilizar el líquido extraíble oculto. En la artritis reumatoide, la membrana sinovial suele estar hipertrofiada y edematosa, hay hendiduras profundas entre las vellosidades sinoviales que potencialmente pueden atrapar líquido, y el líquido sinovial contiene muchos más elementos celulares, factores que pueden contribuir a una extracción incompleta de líquidos. Actualmente se desconoce si la compresión mecánica de la rodilla también proporciona mayor éxito de artrocentesis en la artritis reumatoide, como se ha demostrado anteriormente en la osteoartritis.

Rendimiento de la artrocentesis

Se estudiaron 67 rodillas consecutivas con artritis reumatoide y 186 rodillas con osteoartritis. Se realizó artrocentesis convencional y se determinó el éxito y volumen (mililitros). La aguja se dejó por vía intraarticular y se aplicó compresión mecánica con una rodillera elastomérica. La artrocentesis se reanudó hasta que cesó el retorno del líquido. El fluido se caracterizó por su volumen y recuentos celulares.

En la artritis reumatoide, la compresión mecánica de la rodilla disminuyó la artrocentesis diagnóstica fallida del 56.7% a 26.9% y el aumento del rendimiento absoluto de la artrocentesis de 4.7 ± 10.3 ml a 9.8 ± 9.8 ml.

El rendimiento total de fluido extraíble fue 96% mayor en artritis reumatoide que en osteoartritis, y el fluido extraíble oculto fue 77% mayor en artritis reumatoide que en osteoartritis.

Conclusiones

Los derrames grandes versus los derrames pequeños en la artritis reumatoide demostraron un aumento de los neutrófilos en el líquido sinovial, pero no hubo diferencias en el grado de artritis radiológica.

Por el contrario, los derrames grandes versus los derrames pequeños en la osteoartritis no mostraron diferencias en los neutrófilos en el líquido sinovial, pero el grado de artritis radiológica significativamente diferente.

Tanto la artritis inflamatoria como la no inflamatoria pueden complicarse por los derrames articulares que a menudo se aspiran terapéuticamente para aliviar los síntomas asociados con la distensión articular, así como para el análisis del líquido sinovial que apoya el diagnóstico y clasificación.

La compresión mecánica mejora el éxito de la artrocentesis diagnóstica y terapéutica de rodilla tanto en la artritis reumatoide como en la osteoartritis. Los derrames grandes en la artritis reumatoide se asocian con un aumento en los recuentos de neutrófilos pero no con el grado de artritis; en contraste, los grandes derrames en la osteoartritis se asocian con grados de artritis más graves, pero no con un aumento en el recuento de neutrófilos.

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