La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye principalmente colitis ulcerosa (CU) y enfermedad de Crohn (EC), es un grupo de afecciones inflamatorias crónicas con recaídas del aparato digestivo.
Incidencia de EII y rosácea
Una serie de estudios indicaron que la enfermedad inflamatoria intestinal afectó a casi 1.5 millones de estadounidenses y 3 millones de europeos, con una incidencia máxima en la segunda y tercera décadas de la vida.
La rosácea es una afección inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza principalmente por un eritema centro-facial transitorio o persistente, pústulas y telangiectasias.
La rosácea no es peligrosa para la vida, pero afecta gravemente la calidad de vida. Además, la incidencia y prevalencia de EII y rosácea aumentan con el tiempo y en diferentes regiones del mundo.
Los estudios observacionales han examinado la posible asociación entre la enfermedad inflamatoria intestinal y rosácea.
Revisión de la asociación entre EII y rosácea
Las revisiones anteriores han explorado la relación entre la enfermedad inflamatoria intestinal y rosácea mediante estudios retrospectivos y prospectivos, pero ninguna ha evaluado esta relación desde una perspectiva de vida al examinar simultáneamente su bidireccionalidad.
Se realizó una búsqueda exhaustiva a través de PubMed y EMBASE de estudios que investigan la asociación entre dos formas principalmente de enfermedad inflamatoria intestinal [colitis ulcerosa (UC) y enfermedad de Crohn (CD)] y rosácea publicadas en inglés hasta enero de 2018. Los revisores evaluaron la elegibilidad de cada informe por medición de la exposición/resultado y diseño del estudio. Se calcularon dos conjuntos de estimaciones de riesgo agrupadas utilizando efectos fijos o aleatorios: la dirección de la enfermedad inflamatoria intestinal a la rosácea y la rosácea a la enfermedad inflamatoria intestinal.
Cinco publicaciones sobre 13 resultados de estudios separados con 5,051,356 participantes fueron elegibles para este metaanálisis.
Se encontró que la fuerza de la asociación era más fuerte en la dirección de la asociación de la enfermedad inflamatoria intestinal a la rosácea que para la rosácea que conduce a la enfermedad inflamatoria intestinal; la enfermedad inflamatoria intestinal se asociaba con un aumento de 66% en el riesgo de rosácea y la rosácea se asociaba sólo con un aumento moderado del riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal.
Conclusiones
La principal limitación se deriva de la cantidad y calidad de los estudios incluidos. Primero, se incluyó un número insuficiente de estudios en este estudio, que nos limitó a realizar el análisis de subgrupos y la metarregresión para explorar la posible fuente de heterogeneidad; sin embargo, no se encontró una heterogeneidad significativa entre los estudios.
Se sugiere una asociación bidireccional interesante entre la enfermedad inflamatoria intestinal y rosácea.
Se necesitan más estudios controlados y prospectivos para dilucidar por completo esta posible asociación bidireccional entre la enfermedad inflamatoria intestinal y la rosácea.
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