El aparato reproductor masculino está formado por estructuras externas e internas que permiten producir esperma para la fertilización del óvulo:
Epidídimo. Conjunto de tubos en forma de espiral (uno para cada testículo) de 6 m de largo, aproximadamente, que recoge de los testículos el esperma, y constituye el lugar y entorno adecuado para que éste madure.
Escroto. Es un saco de piel delgada que rodea y protege los testículos, además de que actúa como sistema de control de la temperatura para éstos, ya que necesitan estar a una temperatura ligeramente inferior a la del cuerpo, lo cual favorece el desarrollo normal de los espermatozoides.
Además, el escroto cambia de tamaño para mantener la temperatura adecuada, esto es, cuando el cuerpo está frío, se encoge y tensa para conservar el calor corporal en su interior; si está caliente, el escroto se agranda y se vuelve flácido para eliminar el exceso de calor. El cerebro y el sistema nervioso dan al escroto las instrucciones pertinentes para que cambie de tamaño cuando convenga hacerlo.
Conducto deferente. Tubo muscular ubicado junto a los testículos que transporta (en sentido ascendente) el fluido que contiene los espermatozoides.
Cuerpos cavernosos. Constituyen un par de estructuras que se extienden a lo largo de todo el pene, compuestas de tejido eréctil que contiene espacios irregulares, los cuales se llenan de sangre durante la erección.
Cuerpo esponjoso. Ubicado en la parte inferior del pene, esta columna (más pequeña que los cuerpos cavernosos) de tejido eréctil contiene la uretra y forma el glande. Su función es prevenir la compresión de la uretra durante la erección. Cuando el pene se encuentra erecto, el cuerpo esponjoso contiene solamente 10% de la sangre; los cuerpos cavernosos absorben 90% de la misma.
Glande. Con forma de cono, se ubica en el extremo del pene, y su base recibe el nombre de corona. En los varones no circuncisos, el prepucio se extiende desde la corona y cubre el glande.
Glándulas de Cowper. También llamadas glándulas bulbouretrales, se ubican debajo de la glándula prostática y tienen la función de fabricar líquido alcalino que lubrica y neutraliza la acidez de la uretra antes del paso del semen en la eyaculación. Esta sustancia se mezcla con el líquido prostático y los espermatozoides, ayudando a que, si éstos llegan a entrar a la vagina, puedan desplazarse en busca del óvulo.
Pene. Consta de la raíz, que está unida a la pared abdominal; el cuerpo, que es la porción media; y el glande, que es el extremo. Casi todo el cuerpo del pene está formado por tres espacios cilíndricos (senos) de tejido eréctil. Los dos mayores (cuerpos cavernosos), se localizan a ambos lados; el tercer seno (cuerpo esponjoso), rodea la uretra. Cuando estos espacios se llenan de sangre, el pene aumenta de tamaño y se vuelve rígido y erecto.
Próstata. Localizada justo debajo de la vejiga, en la pelvis, esta glándula rodea la porción media de la uretra. En general, tiene el tamaño de una nuez, aunque generalmente crece con el paso de los años. Junto con las vesículas seminales, produce un líquido que nutre al esperma y que suministra la mayor parte del volumen del semen.
Testículos. Son cuerpos ovales del tamaño de aceitunas grandes que se encuentran en el escroto; en general, el izquierdo cuelga un poco más que el derecho. Los testículos tienen dos funciones: producir espermatozoides y sintetizar testosterona (la principal hormona sexual masculina).
Uretra. Conducto que transporta el semen hacia el exterior del cuerpo a través del pene; también forma parte del sistema urinario, ya que conduce la orina desde la vejiga.
Vejiga. Órgano muscular hueco en forma de globo que se encuentra sobre la pelvis y se sostiene en su lugar por ligamentos conectados a otros órganos y a los huesos pélvicos. Al servir como almacén se expande o contrae según la cantidad de orina que contiene.
Vesículas seminales. También llamadas glándulas seminales, estas estructuras con forma similar a una bolsa se encuentran unidas al conducto deferente, a un costado de la vejiga, y son productoras de 60% del volumen del líquido seminal.
Junto con el conducto deferente, el conducto de la vesícula seminal forman el conducto eyaculador que desemboca en la uretra prostática.
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